ESTRATEGIA 2020 en pocas palabras
“SALVAR VIDAS, CAMBIAR MENTALIDADES”
La Estrategia 2020 orienta las acciones de la Federación Internacional de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja hasta el año 2020. Los invitamos a conocerla en pocas palabras:
¿Qué buscamos? Excelencia en nuestro trabajo, innovación, eficacia, diversidad, liderazgo, eficiencia, capacidad de servicio, participación, soluciones creativas y duraderas que amenazan el bienestar y la dignidad humana. “Hacer más, hacerlo mejor, lograr más”.
Actuamos en conformidad con los principios fundamentales (humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, caracter voluntario, unidad, universalidad) que constituyen los pilares de nuestra Institución cooperando con los poderes públicos, y con otras organizaciones sin comprometer nuestros emblemas.
¿Quiénes somos? Los ideales de Cruz Roja se manifiestan más allá de los efectos tangibles que podemos observar en las obras realizadas, influyen sobre la mentalidad y el corazón de las personas que guían nuestra forma de trabajar. Las Sociedades Nacionales están agrupadas a escala mundial en la Federación Internacional de Sociedades de Cruz Roja y de la Media Luna Roja, valiéndose de las convicciones que compartimos bajo las fuerzas globalizadoras de un mundo cada vez más interconectado e interdependiente que incide en las oportunidades de mejorar la vida de las personas en situacion de vulnerabilidad.
¿Que objetivo persigue La Estrategia 2020? Establecer los ejes estratégicos de dicha Federación Internacional para el nuevo milenio con la misión de “mejorar la vida de las personas vulnerables movilizando el poder de la humanidad”. Para ello nos centramos en cuatro áreas: Promover los principios fundamentales y los valores humanitarios del movimiento, dar respuesta en casos de desastre, preparación para desastre, salud y asistencia a la comunidad.
¿De qué manera? Emprendiendo actividades voluntarias de diversa índole directamente a nivel de la comunidad, actuando como nexos, siendo portavoces de las preocupaciones e intereses de las personas vulnerables en los principales foros en los que se aportan las decisiones que les conciernen.
¿Cómo alcanzar las metas? A través de una estrategia simplificada e incluyente que guié nuestra labor abarcando tanto actividades nacionales como internacionales. Buscando una mayor consolidación de la función auxiliar de las Sociedades Nacionales, a la par de su desarrollo sostenible como entidades independientes, dotadas de recursos necesarios, bien dirigidas y bien gestionadas.
Velando por la no discriminacion de cualquier tipo, promoviendo mayor participación de las personas; optimizando el trabajo en equipo con el fin de dar un mejor uso de nuestras capacidades a efectos de ampliar servicios y adoptar actitudes más abiertas y flexibles en las asociaciones y en la colaboración con agentes externos al movimiento. Aprovechando herramientas tan importantes como los avances en las comunicaciones y la tecnología para operar en una escala más amplia.
OBJETIVOS ESTRATEGICOS
 ¿Cómo hacerlo? El primero reafirma nuestra función y renueva el compromiso de ser el principal actor de la acción humanitaria a nivel mundial, consiste en: Salvar vidas, proteger medios de sustento y apoyar la recuperacion de desastre y crisis.
Un desastre es una perturbación grave en el funcionamiento de la comunidad que trae consigo pérdidas, trastornos, que desbordan la capacidad de está para poder hacerle frente por sus propios medios. Nuestra obligación radica en estar bien preparados en forma previa para la acción temprana, con la capacitación, la organización, el mantenimiento y almacenamiento de reservas de emergencia y suministros esenciales, logística y comunicación con el fin de ofrecer ayuda la forma más eficiente posible.
 El segundo, se basa en la prestación de servicios y promover el desarrollo humano mediante la prevención y reducción de la vulnerabilidad: Posibilitar una vida sana y segura.
¿Cómo? Reformando a las comunidades. Brindándoles la capacidad de adaptarse y afrontar desastres y crisis recurrentes, permitiéndoles a las personas aprovechar los progresos que ya se han logrado en materia de desarrollo; debemos adaptar la manera en que vivimos a la evolución del mundo. Esto incluye a todas las clases sociales, y refiere a hacer frente a amenazas de alcance mundial, como el cambio climático, las crisis económicas, epidemias y pandemias.
Debemos abogar por políticas públicas propicias, influir en actitudes psicosociales, ofreciendo ayuda a quienes disponen de menos medios para hacer frente a esas situaciones. Recordemos que: “La Mejora de la salud – el bienestar físico, mental y social- nos permite disfrutar plenamente de nuestros derechos humanos.”
 El tercer objetivo consiste en nuestra determinación de hacer más: Promover la inclusión social y una cultura de no violencia y paz.
La marginación tiene sus raíces en la desigualdad, la injusticia, la alineación o la desesperación que son producto de la soledad, la ignorancia y la pobreza, cuyas causas pueden provenir de enfermedades como VIH, desigualdad económica o cualquier tipo de discriminación, etc., expresándose a través de la violencia contra uno mismo o contra otros, convirtiéndose en conflictos.
El desafío del crecimiento y desarrollo sostenible es achicar la brecha de manera que no se creen otros desequilibrios, y que los beneficios y la prosperidad del progreso sean distribuidos de forma más equitativa. Fomentemos la capacidad de comunicación y mediación de resolución de tensiones a través de medios pacificos, alentando la tolerancia y el respeto, anticipando la aparición de servicios violentos.
COMPROMISO Y VOLUNTARIADO: Somos las personas el recurso más importante para el propio progreso, y este solo puede sostenerse si asumimos el liderazgo y nos sentimos identificadas con él.
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